César Vallejo
Mesmo existindo algumas outras traduções deste famoso poema de César Vallejo, resolvi fazer a minha nesse final de semana saariano.
Los
heraldos negros
Hay golpes en la
vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio
de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo
sufrido
se empozara en el
alma... Yo no sé!
Son pocos; pero
son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más
fiero y en el lomo más fuerte.
Serán
talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros
que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas
de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable
que el Destino balsfema.
Esos golpes
sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en
la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre...
Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el
hombro los llama una palmada;
vuelve los ojos
locos, y todo lo vivido
se empoza, como un
charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la
vida, tan fuertes... Yo no sé!
Os
arautos negros
Há golpes nesta vida,
tão fortes... Eu não sei!
Golpes como do ódio
de Deus; diante dos quais
a ressaca de todo o
sofrimento
se empoçasse na
alma... Eu não sei!
São poucos; mas
são... Abrem valas escuras
no rosto mais fero e
no dorso mais forte.
Serão talvez os potros
de bárbaros átilas;
ou os arautos negros
que nos manda a Morte.
São as quedas profundas
dos Cristos da alma,
de alguma fé adorável
que o Destino blasfema.
Esses golpes sangrentos
são as crepitações
de algum pão que nos
queima na porta do forno.
E o homem... Pobre...
pobre! Volve os olhos, como
quando por cima dos
ombros um aviso nos chama;
volve os olhos
loucos, e todo o já vivido
se empoça, como um
charco de culpa, nesse olhar.
Há golpes nesta vida,
tão fortes... Eu não sei!
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